Sea cual fuere el tamaño de lo que quieres hacer en Internet, todo lo que necesitas es un nombre de dominio, un servicio de alojamiento, y el diseño o desarrollo del sitio.
En términos puntuales: dominio + hosting + diseño.
Dominio
Un nombre de dominio, o dirección web, es la primera decisión a tomar, incluso antes de dar a luz el proyecto.
Googlea un poco sobre cómo registrar un nombre de dominio, y miles de links inundarán tu pantalla peleándose por tu Ãndice derecho, o un clic izquierdo de tu mouse. Incluso querrán pescarte con la frase GRATIS en el anzuelo —pues siempre habrán miopes que por no leer las letras pequeñas al final pagarán al doble—.
Ya que lo más crÃtico en todo proyecto web es el dominio, asegúrate de escoger como proveedor a una empresa seria. Conozco a mucha gente que recurrieron al empleado más sabiondo, el que a su vez recurrió a sub amigo para registrar el dominio. Y como el empleado ahora es un ex empleado, y está inubicable, perdieron lo más sagrado en todo proyecto web: su dominio.
Si me pides un consejo, obviamente te dirÃa que registres con mi empresa, www.enterministry.com. Pero si no somos amigos, ni tenemos amigos en común, entonces te sugerirÃa Godaddy, una de las compañÃas más grandes y serias del planeta.Â
Hosting
El hosting es el lugar en el ciberespacio donde se alojarán los archivos y base de datos del sitio web. Ni bien contrates un servicio de hosting, recibirás un usuario y clave, y los necessitarás para subir los archivos de la construcción web, y también para crear cuentas de correo electrónico corporativas, ejemplo: [email protected].
Existen planes de hosting desde los más pequeños, hasta los más grandes. Si quieres optimizar tu inversión, no pienses en el tamaño que necesitará tu web en 10 años. Mi consejo es: contrata el espacio que necesitarás para los próximos 3 meses. ¿Y si el 4to mes necesitas más? ¡Simple! ¡Agrandas de plan! —La idea es pagar por lo que usas—.
Algo más: No existe el hosting perfecto. Para comenzar, nada es perfecto. Si Facebook y Whatsapp sufren de interrupciones en su servicio, ¿por qué no tu proveedor de hosting? —Obviamente, una cosa es unas cuantas interrupciones al año, y otra cada rato a la semana. ¡Lo primero es tolerable! ¡Lo segundo, es fatal!—.
Un buen proveedor es el que responde casi al instante el correo electrónico o Whatsapp, e incluso se meten a tu máquina vÃa Team Viewer para ayudarte a solucionar el problema que tengas. —Hace varios años descubrà que el soporte es todo, y que la atención personal siempre será superior a robots burocráticos y que al final solo pueden enviarte manuales llenos de tecnicismos.
Diseño
El diseño o desarrollo es la parte visible e invisible del sitio web. Puedes contratar un diseñador de carne y hueso, o puedes utilizar un software para construir tu website. Aquà el punto crÃtico es la seguridad. Ni bien incursionas en el ciberespacio, los hackers te ponen en su lista, y todos los dÃas querrán tumbarse tu website. En el peor de los casos, para robarte. En el mejor de los casos, para hacerte pasar un mal rato.Â
No creas en programadores que juran y perjuran que su obra de arte es a prueba de hackers. Si fuera cierto, ¿por qué Bill Gates no los ubica para dar fin a los continuos ciber ataques que sufre?
El siguiente punto crÃtico es el contenido. Ni el mejor diseñador del mundo puede ayudarte si no sabes qué poner. A veces porque tienes tanto, que no sabes dosificar. Y otras veces, porque ni idea de qué poner. Mi consejo es que pienses en 1 año, y pongas el contenido para ese plazo. Y cada 3 meses evalúa el sitio, viendo qué añadir, quitar, modificar, variar, etc. Realmente, nunca se termina de construir una página web.
Si decides usar WordPress podrás relanzar tu web cada 3 meses, si es necesario. Es versátil, y sirve para todo tamaño de proyecto, y todo propósito. Y por si fuera poco, es gratis. Lo que cuesta es aprender a usarlo correcta y efectivamente.
En resumen
Para llevar a cabo un proyecto web se requiere dominio, hosting y diseño. El dominio es lo más sagrado en todo proyecto web, y el soporte es todo, tanto de hosting como de desarrollo web. Y finalmente, un sitio web nunca se termina de construir.